Tener certeza en lo que se está invirtiendo, sobre todo cuando de bienes raíces se trata es algo realmente importante; por eso, si está dentro de tus planes realizar una inversión, es fundamental que sepas calcular la rentabilidad.
Y es que las inversiones inmobiliarias han sido la opción favorita de los chilenos en las últimas décadas, esto por que es considerada la más segura y estable; pero en estos tiempos, donde la incertidumbre financiera se encuentra a la vuelta de la esquina, se debe tener en cuenta la seguridad de la inversión inmobiliaria y su rentabilidad.
Conocerla te ayudará a diagnosticar si la inversión que estás realizando tendrá un impacto positivo o negativo a largo plazo. Por eso, en este artículo te presentamos qué es la rentabilidad, y cómo realizar el cálculo de la rentabilidad de tu inversión.
¿Qué es la rentabilidad?
Existen diferentes etapa
Se entiende como rentabilidad a los beneficios obtenidos o que se pueden obtener de una inversión. Estos resultados ayudan a definir el porcentaje del dinero que se ha ganado o perdido en un período de tiempo.
En el caso de una inversión que todavía no se ha ejecutado, es importante saber qué tan rentable será a largo plazo.
¿Cómo calcular la rentabilidad de una propiedad?
La rentabilidad es, por lo tanto, muy útil para evaluar las opciones inmobiliarias, pero ¿Cómo se calcula? Calcular la rentabilidad de una inversión inmobiliaria no es un proceso tan complejo, solo se debe aplicar la fórmula correcta, en ese caso tenemos:
Rentabilidad= Ingresos anuales – gastos fijos / inversión inmobiliaria x 100
1. Ingresos anuales
Hay que tener en cuenta los ingresos anuales que se puedan percibir por la vivienda. Si la misma se encuentra en arriendo, debemos sumar las 12 cuotas mensuales que recibimos de los inquilinos.
Si está destinada al alquiler vacacional, los ingresos anuales pueden variar, por lo que se debe hacer una media para poder realizar el cálculo.
Actualmente, y en promedio, una rentabilidad anual del 4% se considera una buena inversión (aunque algunas pueden alcanzar el 7%).
2. Gastos fijos
– Administración: Cuota mensual por mantenimiento de los gastos comunes (luz del edificio, ascensor, servicio de limpieza, etc). Estos gastos pueden sumarse a la cuota de renta que los inquilinos pagarán mes a mes.
– Arreglos esporádicos: Si tenemos el inmueble en arriendo, tendremos que hacernos cargo de los desperfectos estructurales. Si se posee una hipoteca sobre la vivienda, será obligatorio la contratación de un seguro del hogar que cubra ciertos desperfectos.
3. Inversión inmobiliaria
Para calcular la rentabilidad de una inversión inmobiliaria, es necesario estimar cuál va a ser el desembolso total a realizar. De esta manera, hay que tener en cuenta:
– Precio de compra: precio fuera de impuestos que vamos a abonar al vendedor por la compra del inmueble.
– Impuestos.
– Notaría: gastos generados por el otorgamiento de la escritura de compraventa y la escritura de subrogación de crédito hipotecario en caso de que lo hubiera.
– Honorarios: aunque los honorarios inmobiliarios son cobrados al vendedor, ciertas figuras inmobiliarias como los agentes exclusivos del comprador o los personal shopper inmobiliarios también cobran sus honorarios por las gestiones realizadas durante el proceso de compraventa.
– Remodelaciones: Si la casa necesita ser remodelada para salir al mercado, estos gastos deberán sumarse a la inversión inicial para calcular la rentabilidad de nuestra operación.
En absal queremos darte ciertas recomendaciones a seguir
Invertir en el sector inmobiliario ya no es exclusivo de personas que poseen un alto capital; la clave está en tener claridad de objetivos, una planeación realista y visionaria, así como una buena dosis de paciencia para la búsqueda, investigación, comparación y por ende el tiempo que este proceso requiere.
En Inmobiliaria Absal ponemos a tu disposición profesionales que entregan asesoría completa durante la adquisición de propiedades y nos preocupamos por la rentabilidad de tu inversión.
